Historia sin titulo'~

- I -

Caminaba por las descoloridas calles de mi ciudad, con las manos en los bolsillos y un tanto cabizbajo. Una botella se cruzo en mi camino, la patie llevandola conmigo tres cuadras mas.

¿Como les diria a mis padres que me habian suspendido dos semanas de la universidad por estar fumando marihuana? Tal vez... si no les decia y salia de casa como todas las mañanas, pero ¿Donde pasaria todo ese tiempo?

-Carlos... -escuche que alguien decia a mis espaldas -Carlos Jimenez?

Me gire hacia aquella voz, me parecia extrañamente familiar. Entonces la vi, aquella hermosa mujer de cabellos dorados y ojos de un azul aun mas intenso que el color del cielo en Agosto. Parpadie una, dos, tres veces ¿Conocia yo a aquella hermosa chica? ¿De donde? Me quede como idiota ahí, observandola sin decir nada ¡Pero si mi mirada hablara! Lucia una cortisima minifalda que cubria apenas lo necesario, y una ligera blusa de tirantes en color salmón; senti mi entrepierna comenzar a reaccionar pero sacudi mi cabeza tratando de quitarme cualquier fantasia indecorosa con aquella joven.

-Si -conteste, tras lo que me parecio una eternidad.
-No me reconoces, verdad? -contesto sonriente, moviendo su curvilinea figura hasta mi.
-Lo siento, mi cabeza no funciona al cien por ciento hoy -me excusé.
-Soy Rosita.

¿Rosita? Mi frente se poblo de arruglas mientras trataba de averiguar de donde conocia a una chica con ese nombre.

-Soy la hija de Matilda, la señora de los churros que estan en la esquina de tu casa -me ayudo.

Entonces recorde esos ojos y esa dulce voz. A mi mente vinieron aquellos momentos de mi niñez cuando solia pasarme todos los dias a comprar un churro con cajeta despues de la escuela, recorde aquella pequeña niña con los bucles siempre arreglados y la carita de angel llena de azucar. Una niña adorable, cinco años menor que yo.

-Eres tu? De verdad? -Le pregunte asombrado -pero si eras una chiquilla cuando te deje de ver, cuantos años tenias, siete?
-Tenia ocho y medio -me corrigio sonriente.