Carlos tenia razon, al dia sihuiente tenia un enjambre de abjeas realmente molestas zumbando en mi oido. Habia tenido resaca antes pero nunca tan fuerte como esa. Quiza se debia a la droga en mi interior. Me quede viendo al techo hasta papá entro y la encendio.
- Joder, papá ¡Apaga la luz! - chillé.
- Cuida tu boca, Kim - me reciminó - Carlos está aqui, te espera en la sala.
- ¡Mierda! - murmuré poniendome de pie y viendo el reloj - estaré lista en cinco minutos para hacer el desayuno.
- No te preocupes, me encargue de eso hoy. Necesitabas dormir despues de que llegaste tan tarde ayer.
- lo notaste - dije cogiendo un par de jeans y una blusa.
- no podia dormir. Era muy tarde, Kim. Se suponia que llegarian temprano.
- Fue mi culpa, me la estaba pasando realmente bien y no quería irme. Carlos insistio pero no logro convencerme.
- si, el dijo que habia sido su culpa y se disculpo. Dijo algo de un neumatico pinchado.
- es un idiota, papá. Lo sabes, el nunca dirá que fue mi culpa. Me protege demaciado.
- no se si eso es bueno o malo.
Entre a la regadera y segui charlando con papá.
- ¿bebieron?
¡Mierda! - ¿que?
- que si tomaron alcohol, Kim.
- Hmm.. Si un poco, tal vez un par de cervezas.
- interesante. El dijo que no.
- te dije que es un idiota.
- si es un idiota ¿por que sigues con él?
- porque es un idiota muy lindo - dije en tono de broma mientras salia del baño. Papá levanto una ceja ante mi respuesta - sin mencionar que estoy locamente enamorada de él.
Me pase por la habitacion hasta que encontre mis "converse" negros y desenrede mi cabello.
- papá, aceptaron mi... Solicitud de intercambio.
- Lo se.
- ¿como?
- Hable con Kevin esta mañana.
- ¡oh! Y bien?
- no puedo detenerte, Kim. Siempre deseaste ir a España, ahora tu sueño se hace realidad.
- que pasara con Cristobal? Tu no tienes suficiente tiempo para cuidarlo.
- llamé a tu abuela, sabes que esta muy sola desde que murio tu abuelo. Dice que estara encantada de venir y cuidar a Cristobal mientras estoy en el trabajo.
- le daras una habitacion ¿cierto? No vas a dejar que conduzca ocho horas en medio de la oscuridad, y menos por esa carretera.
- claro que no dejaré que mi madre conduzca por esa carretera en plena oscuridad! - solto él - sabes que le daré una habitacion y que Cristobal le rogará que se quede.
- Bien. Eso me tranquiliza.
- Me dijo Kevin que vuelas mañana temprano.
Asenti, aunque sabia que no era pregunta - Hoy tengo que pasar por la oficina a recoger mi boleto y la direccion de mi residencia.
- de acuerdo - se puso de pie y me abrazo - probablemente no pueda decirte adios mas tarde, cariño.
Un nudo crecio en mi garganta y de pronto recorde que tenia el tiempo encima ¡Joder! (Papá tenia razón, debia empezar a cuidar mi boca). Como si papá pudiera leer mi mente, se aparto de mi y besó mi frente como cuando tenia seis años.
- corre, te estan esperando.
Baje a toda velocidad las escaleras y al llegar al ultimo escalon un terrible vertigo me invadio. Carlos estubo a mi lado en cuestion de segundos.
- ¿te sientes bien? - pregunto.
- estoy bien - mentí y dibuje una sonrisa en mi rostro.
- ¿segura?
- si, solo necesito un cafe bien cargado y una pastilla.
Carlos me miro mal cuando dije "pastilla", obviamente recordando lo que habia pasado la noche anterior en el antro con aquel tipo de la droga.
- algo asi como una aspirina - agregué para que se calmará.
Me acompañó a la cocina y se sento en la barra desayunadora frente a mi. Me observo deborar un par de huevos revueltos y un pan tostato con mantequilla de maní.
- ¿tenias hambre? - pregunto en tono de broma.
- no te imaginas cuanta - murmuré para tomar un largo trago de cafe.
El dolor de mi cabeza no mejoraba, asi que fui por unas pastillas para la resaca en el botiquin del baño.
- ¿mejor? - preguntó cuando sali del baño.
- No - conteste muy a mi pesar - pero espero poder dormir un poco en el auto y que el dolor se vaya en el camino.
Cris y papá ya se habian ido mientras desayunaba asi que cerre la casa y teclee el codigo de seguridad para la alarma.
Carlos abrio la puerta para mi y en cuanto mi cabeza toco el suave cuero negro del asiento, me quede profundamente dormida.
- Mi amor.... Kim, despierta. Llegamos.
Abri los ojos lentamente y la luz me molesto demaciado.
- Diablos, juro que no volveré a tomar en mi vida. Esta resaca me esta matando.
Carlos rio y fue a abrir la puerta para mi, cruzo un brazo por mi cintura (mas que nada para ayudarme a andar) y cogio nuestras mochilas, ni si quiera me moleste en pedirme la mia, dudaba que pudiera sostenerla. Me llevo hast mi salon y se asomo pidiendo la ayuda que Caty, la cual aparecio de inmediato.
- Hola, Carlos... Hey, Kim.. -se callo al verme ahi, casi completamente sosteniendome a la ayuda de Carlos, llevando lentes de sol en un dia semi nublado y con mi cabello hecho un desastre - por Dios, kim ¿que te paso?
- yo no tengo nada... Solo mucho sueño - conteste para despues soltar un bostezo y acurrucarme mejor en el pecho de Carlos.
jueves, 29 de septiembre de 2011
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